Valor compartido: Hay que evitar otro caso como “Las Malvinas”
26junio

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Valor compartido: Hay que evitar otro caso como “Las Malvinas”

 

El lamentable incendio de Las Malvinas ha arrojado cuatro personas declaradas oficialmente como desaparecidas y una cantidad significativa de heridos. También ha traído a la mesa temas como la esclavitud moderna, el marco legislativo, la impunidad, entre otros. Todo ello hace que sea más prioritario que nunca abordar el concepto de valor compartido para aplicarlo a nuestra realidad y evitar nuevos casos como éste.

 

¿Qué dicen los números?

 

Jorge Luis Huamán Villalobos (19) y Jovi Herrera Alania (20) son parte de las 45.8 millones de personas en el mundo que trabajan en condiciones de esclavitud, según cifras del Global Slavery Index. El trabajo doméstico, la agricultura, la construcción y el rubro de las manufacturas son las que mayor beneficio obtienen de esta práctica.

Por su parte, India, China, Pakistán, Bangladesh y Uzbekistán encabezan los países con mayor cantidad de personas en esta situación. El Perú ocupa el puesto 18 de 167 países en todo el mundo, y el 3 en América Latina, donde aún existe trabajo en régimen de esclavitud, con un estimado de 200.500 personas viviendo en esta condición, lo que equivale al 0,64% de la población.

 

El valor compartido como herramienta de cambio

 

¿Cómo hacer frente a este mal?

 

La misma fuente señala que el papel de los gobiernos es fundamental para erradicar la esclavitud moderna. Desde la suscripción a acuerdos internacionales y su respectiva aplicación, pasando por la creación de leyes que castiguen a los promotores de estas prácticas con severidad.

De igual forma, la redistribución de la riqueza permite que menos gente esté en las condiciones socioeconómicas que la hagan susceptible de terminar en alguna forma de esclavitud moderna. En nuestro país, por ejemplo, se estima en 37.74/100 la vulnerabilidad de la población.

Tomando en consideración estos hechos, como personas de negocios y emprendedores cabe preguntarse ¿cómo podemos contribuir a la solución?

 

Valor compartido, la clave del cambio

 

El valor compartido (o Shared Value) es un concepto desarrollado por Michael E. Porter, profesor de estrategia de Harvard, afirmando que la empresa ya no puede concentrarse en sí misma y en generar valor para sí misma, sino que tiene que generar valor también para los grupos de interés que se interrelacionan con ella.

Ya no sólo vale generar utilidad sino que además tienes que generar bienestar a todos aquellos que se ven afectados por ti o sin los cuales tu operación no sería posible. Eso implica tus proveedores, clientes, empleados, la comunidad, el Estado.

Al crecer de espaldas a esos grupos de interés estás aumentando una brecha social que lo único que deriva es en subdesarrollo, falta de entendimiento, en conflicto, y en tragedias como la ocurrida en la galería Nicolini de Las Malvinas y que nos recuerda a otras que dieron la vuelta a las cadenas de televisión del mundo como el caso de Plaza Rana en Bangladesh.

Si la empresa hace que el crecimiento sea compartido con el entorno, se logra una transformación menos cortoplacista, de la que se beneficiarán todos aquellos que quieren hacer fortuna de una manera limpia y coherente.

La dinámica de la empresa con el entorno debe tomar en consideración cuatro actores. En primer lugar, la propia empresa; en segundo, los así llamados grupos de interés directo, entre los que se cuentan los empleados, socios y propietarios. Los grupos externos del entorno formar un tercer actor, conformado por los proveedores, clientes y consumidores. Finalmente, los grupos externos del contexto, conformados por el Estado, la comunidad e incluso la naturaleza.

Como empresarios y emprendedores, tenemos la obligación de vigilar y articular acciones encaminadas a garantizar el bienestar de todos estos grupos. Se trata de que la empresa avance y que todo esto avance conjuntamente con ella y que no se vayan quedado atrás. Se trata de voltear la cabeza para asegurarse de no dejar a gente atrás.

 

El valor compartido no es cuestión de tamaño

 

Este principio del valor compartido tiene mucho sentido en la dimensión de una minera, pero no aplica menos a las pymes o a los emprendedores. Si tú tienes una ferretería y vendes productos copiados ya estás perjudicando al fabricante formal, que además desarrolla sus productos en base a especificaciones técnicas de seguridad, salud y protección de las personas. Estás haciendo que el empresario formal que cuida de los consumidores se vaya a la quiebra porque tiene que competir con un producto ilegal, que además no cumple con las normas de seguridad y por tanto puede dañar al usuario.

En el caso de que los trabajadores de la ferretería estén fuera de planilla, sin ningún tipo de beneficio y sin pagar ningún impuesto, estás perjudicando al empleado a la vez que impactas negativamente en el funcionamiento del Estado. Lo mismo ocurre cuando evades impuestos.

La relación con el cliente también está sometida al valor compartido, tú puedes ser un ferretero ético o no. Puedes vender al cliente lo que necesita o venderle cualquier cosa con tal de ganar dinero. Tu deber es asesorarlo éticamente a la hora de comprar tus productos.

Por último, la gestión que hagas de tus residuos, lo consciente que seas en el uso de la energía eléctrica y el agua, definirá el impacto de tu negocio en el medioambiente. Así que el cuento de que soy un ferretero pequeño y conmigo no es, no vale.

 

El cambio está en nosotros

 

Los retos que enfrenta nuestro país para tener una sociedad más justa y como consecuencia erradicar la esclavitud moderna del Perú son muchos, y van desde el cumplimiento de las leyes laborales hasta un giro significativo en el ámbito de la educación.  Si construimos nuestras iniciativas de negocio bajo el principio del valor compartido seremos parte del cambio para evitar que tragedias como ésta ocurran nuevamente.

 

Natalia Manso
Socia Fundadora de The Office
Especialista en Responsabilidad Social

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