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Nunca mires a estos 10 puntos cuando des un discurso
Evita poner los ojos en los siguientes lugares si no quieres provocar una mala reacción en tu público.
El público, de uno a un millón de personas, presente o virtual se crea una impresión de quien le está hablando. Si no le prestas la debida atención a la gente, ésta no te verá y experimentará distintas sensaciones desagradables, todas propicias para evadirte y tal vez hasta ausentarse.
Te aseguro que alguna vez en tu vida aprovechaste molestar a una compañera mientras la miss se volteaba a escribir en el pizarrón; que alguna vez esperaste a que el conferencista mirara al techo para pararte al baño o a que no te mirara el anfitrión, para huir de una fiesta.
Es claro que las conversaciones informales, citas de negocios, entrevistas, cátedra y los discursos se verán afectados cuando pones la vista en un lugar que no deberías.
A continuación 10 ejemplos que tienes que evitar a la hora de hablar en público y las reacciones que éste podría tener si no lo haces.
1. Elevar los ojos al cielo como diciendo «estoy fastidiada».
2. Mirar al techo para tal vez «identificar alguna mancha».
Provocas en el público: ausencia.
3. Verte las uñas.
Provocas en el público: impaciencia.
4. Buscar por encima de las cabezas de otros.
Provocas en el público: indiferencia.
5. Voltear y voltear hacia un determinado lugar como si tal vez alguien estuviera por aparecer.
Provocas en el público: expectación.
6. Mirar a una persona excluyendo a los otros, como si se tratara de la única que pudiera entenderte.
Provocas en el público: rechazo.
7. Fijar la mirada en otra mirada por más de medio minuto.
Provocas en el público: curiosidad.
8. Leer un texto como si se tratara de un jeroglífico del que no puedes apartarte porque tal vez se escape un símbolo.
Provocas en el público: desesperación.
9. Parpadear más de siete veces por minuto, como si tal vez estuvieras espantándote las moscas.
Provocas en el público: desconfianza.
10. Estar atento a la pantalla como si estuvieras impresionado tal vez con tu magnífica presentación.
Provocas en el público: sensación de impotencia.
Así que ya sabes qué no hacer, pues va contra la súper marca yo, desluce tu trabajo y tu contacto con aquellos en los que estás buscando que si bien no estén de acuerdo contigo, te vean y te escuchen con interés.
Haz un solo cambio y busca que no te aparten la vista, que te escuchen también con la mirada.
Fuente: www.entrepreneur.com