Desde hace ya tiempo se habla de la importancia de la diversidad dentro de las empresas, respondiendo a un problema de equidad y de inclusión, algo tan necesario para lograr una sociedad y un mundo mejores. Sin embargo, un estudio que acaba de publicar la Harvard Business Review también demostró que la diversidad es un impulsor decisivo de la innovación y el rendimiento.
La investigación fue desarrollada en 1,700 empresas de ocho países (EE. UU., Francia, Alemania, China, Brasil, India, Suiza y Austria), tomando en consideración además una variedad de industrias y compañías de diferentes tamaños para examinar la diversidad en puestos directivos -medida con respecto al sexo, la edad, origen nacional, trayectoria profesional, antecedentes en la industria y educación.
Rocío Lorenzo,
Diversidad en números
Los resultados de Lorenzo y Reeves fueron contundentes: había una relación estadísticamente significativa entre la diversidad y los resultados de innovación en todos los países examinados. De hecho, las empresas con una diversidad total superior al promedio, medido como el promedio de seis dimensiones (migración, industria, carrera, género, educación, edad), tuvieron un 19% más de ingresos por innovación y un 9% de mayores puntos de márgenes de media.
Esto sugiere que la misma representa una oportunidad tangible y un importante potencial de crecimiento para la mayoría de las empresas. En total, la presencia de estos factores habilitantes vale hasta el 12,9% de los ingresos por innovación. Pese a ello, cuando analizaron las condiciones propicias para la diversidad, incluidas las prácticas de empleo equitativo (como la igualdad salarial), el liderazgo participativo, el apoyo de la alta dirección para la diversidad y las prácticas de comunicación abierta, menos del 40% de las empresas las utilizaba, lo que supone que esta oportunidad está siendo desperdiciada por la mayoría de las empresas.
Multiplicidad de factores
Disgregando los indicadores, los autores determinaron que los ingresos de innovación podrían aumentar en un 1% al enriquecer la diversidad del equipo de gestión, 1,5% con respecto al origen nacional, 2% con respecto al origen de la industria, 2,5% con respecto al género y 3% con respecto a los gerentes con diferentes trayectorias profesionales. Con mayores aumentos en más dimensiones, el potencial de levantamiento total podría ser aún más significativo.
Por ello, concluyeron que el secreto para hacer que funcione es aplicar el concepto en varios niveles; abordando diversas dimensiones de la diversidad y estando abierto a diversas rutas para lograr el éxito. Por supuesto, las correlaciones que observaron, aclaran, no garantizan que la diversidad humana impulse la innovación. Su poder aún necesita ser desbloqueado con prácticas habilitantes, como un ambiente de trabajo no hostil, una cultura inclusiva y en donde las diversas ideas resultantes de una diversidad en antecedentes sean libres de competir.